Nuestro cuerpo necesita obtener energía de los alimentos para su normal funcionamiento. Esta energía se obtiene en gran medida de los hidratos de carbono que se fraccionan en elementos más sencillos como la glucosa. La glucosa, tras la digestión, llega por la sangre al resto del organismo, fundamentalmente a los músculos. Sin embargo, los músculos necesitan de una sustancia: la insulina, que a manera de llave, permite la entrada de la glucosa en las células.

La diabetes está causada porque el páncreas no produce suficiente insulina. Por ello, el azúcar no puede usarse con normalidad por el organismo y aumenta en la sangre.

Lo importante, cuando surge la diabetes, es conseguir un buen control de la enfermedad; madres, padres y menores (según la edad) se encargarán de llevar el mejor control posible. Las personas cuidadoras y el profesorado son esenciales para conseguir este objetivo. El adecuado control de la diabetes depende del equilibrio de estos tres factores: alimentación, ejercicio e insulina.

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Vídeo “1tira1vida” de la Campaña #Piensaendiabetes 2018

Información elaborada a partir de: Plan Integral de Diabetes de Andalucía. Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.